Primera y única novedad de la película: Mulder y Scully están juntos, pero Carter nos muestra una relación tan triste (nada se asemeja a aquella casi idílica historia de Arcadia) que una no puede imaginar pensar que él se equivoca y que esa no es la vida que llevan los dos ex - agentes. Me niego a relegar a Mulder a la posición tan simplista y anecdótica que toma en la película y a acercar a Scully a un escepticismo tan exacerbado.
Por lo demás, las referencias míticas de la serie se despachan con alusiones a William y Samantha de no más de diez segundos; a una escena de lápices incrustados en el techo; a una enmarcada imagen del Presidente de EE.UU. y a una frase ("tengo frío") alusiva a la primera película.
Se equivoca la promo. El mayor misterio no se encuentra dentro de la película en sí, sino en la cabeza y en el corazón de sus seguidores. Pues, ¿por qué, si no, pese a todo lo expuesto, no dudaría ni un segundo en recomendarla a quien me preguntara por ella? ¿Por qué he disfrutado tantísimo de esta película? ¿Por qué…? Tal vez, todo sea incuestionable y por eso, la verdad sigue estando ahí fuera.
Parafraseando a Reyes en The Truth: ¿Cuál es el objetivo de todo esto ?, ¿destruir a un espectador que busca la verdad o destruir la verdad para que nadie la encuentre?. De todas formas , en esta ocasión, el espectador es el que pierde.
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